# + ⁅sヨ en Carbono Proyecto Records

Si hay algo para celebrar en un mundo que se cae a pedazos sigue siendo la subversión de la vida, esa que con uñas y dientes se empeña en manifestarse como una lógica en contraposición permanente a un sistema insostenible que nos arrastra hacia el fondo todo el tiempo. Esa subversión que es conciencia y es arte (como nuestro sentido de búsqueda y exploración permanente, en cualquier área, no solo en las cuestiones artísticas), impulsa la voluntad de hacer (o no hacer según el caso), de aportar con lo mejor que se puede a darle sentido al presente. Y así, que exista algún futuro que valga la pena depende en gran parte de la sumatoria de energías que tratan de reconfigurar la “dictadura de la realidad” con esas “otras realidades”, pequeñísimas e invisibles quizá como los virus.

En lo que nos atañe después de más de dos décadas siguiendo este “rumbo” que llamamos Carbonoproyecto y su pequeño sello virtual: Carbono Proyecto Records, la publicación de un disco después de un año de latencia y espera es una manera de reconectar y fortalecer lo que nos hace bien y nos gusta compartir con las mismas intenciones de siempre.

En este caso se trata de: “Tranqui, pebete”, un disco a cargo de # + sヨ.

Todo el trabajo fue construido a distancia entre Trenque Lauquen (#) y San Rafael (⁅sヨ) (más la remezcla de Cesar Martín en Córdoba y el arte de tapa por Graciela A. Maroccolo desde Buenos Aires) con el sello de las políticas colectivas en los desarrollos musicales. De este modo la impronta de cada uno está marcada en el sonido y la estética general, teniendo su momento casi solista en las “improvisaciones que componen” el resultado final. Se aprecian pasajes con el drone ambient progresivo del dúo # (Numeral: Mario Ayala y Nestor Polenta) al frente, y otros modelados por el ruidismo y el bajo libre  de ⁅sヨ (Simón Miguelo), con el entretejido de distintas intervenciones electrónicas.

Estructurado en tres discos o partes dentro de una unidad (Lxs Arduxs, Lxs Ultimxs, Lxs Adaptadxs), esta organización no es para nada caprichosa, ya que cada serie de tracks tiene su hilo en común tanto desde lo sonoro como desde lo conceptual. Pero más allá de esa tarea de atención e imaginación que quien escucha hará de estos detalles finos, la continuidad de todo el álbum ofrece una experiencia musical que se abre en capas. Sonoridades como seres (insectos quizás) que emergen de un centro (una cueva? un refugio de aislamiento?) son lanzadas suavemente a los alrededores y quedan recorriéndolos, circulando en torno al centro, coexistiendo, retroalimentándose.

Tanto el drone, como la electrónica, el ambient, la experimentación, el ruido, y hasta cierto post-rock que emana en la parte III (Lxs Adaptadxs), van derramándose en el espacio sonoro como otra realidad, una realidad “líquida” sin contornos, sin límites de expansión. He aquí una música que puede saltar a lo inconmensurable así como filtrarse en pequeñas grietas y poros de la superficie humana resonando con la superficie material.

Damos la bienvenida entonces a este disco que juega además en sus títulos con los nuevos estándares de la corrección política actual, no quitándoles importancia sino de alguna manera recordando que también hay grises, y un sistema que no nos da tregua. Tranqui, pebete. (FR)

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La Horda Sedienta de Carne en CPRecords

tapa La Horda bandcamp

La horda Sedienta de Carne, es el título más que sugestivo de este trabajo cien por ciento noise a cargo de ⁅sヨ, alter ego de Simón Miguelo en su encarnación menos hardcore y más ruidista. Confieso que me sentí interpelado desde el primer intercambio sobre la idea con Simón, y por eso atraído hacia la opción de publicarlo por CPRecords . Es que vivo y me crie en un ambiente semirural donde el consumo de carne (de otros animales claro) es “lo principal” de la alimentación humana. Y si bien es cierto que en las últimas décadas vamos notificándonos, ya sea por informes periodísticos o simplemente recorriendo las góndolas de supermercados, sobre que además de la tortura a los animales en el proceso de cría y faenamiento en serie, la “carne” ya no es lo que era al estar totalmente modificada por hormonas, vacunas o el tipo de alimentación en feed lots siniestros, no es simple renunciar a ella. Algunas razones (sino todas), desde mis superficiales conocimientos del tema, tienen que ver directamente con un sistema de vida donde la mayoría de la población está aislada de la producción u obtención directa de su alimento. No comíamos tanta carne en el pueblo cuando teníamos que matar los pollos, los corderos, los lechones nosotros, incluso cuando existían los mataderos municipales se sacrificaban muy pocos animales para cubrir la demanda de cada pueblito, pero no para abastecer “un mercado gigante”. Luego vino esa nefasta imposición que llamaron “agregar cadena de valor”, por la cual se cierran los mataderos locales para vender jaulas y jaulas de animales a los frigoríficos, donde en condiciones de terrible stress para “el ganado”, se faenan y convierten en “cortes de carne y reses para el mercado central”. El proceso también es traumático para los trabajadores: tuve un amigo que me contaba diariamente las terribles cosas que allí presenciaba en su trabajo. Y desde allí esa “carne” viaja de vuelta con un considerable incremento de costos en la cadena de intermediarios, hasta los comercios de cada lugar o para el “mercado internacional”.

A esta altura hemos visto los videos donde se documentan las “fábricas de pollos”. Sabemos que a los cerdos y vacas los crían casi sin moverse y a base de alimentos transgénicos y hormonas de crecimiento, que la leche que tan cándidamente publicitan para nuestros niños es sacada con succionadoras mecánicas que enferman a las vacas hasta morir. Sabemos, y eso nos hace ruido en algún lugar de la conciencia aunque el velo de la razón/locura diaria lo mantenga oculto o desactivado. Es que es parte de nuestra resignación a ser también manipulados y sometidos a vivir bajo las normas de un mundo heredado y dominado por el “capitalismo salvaje”. El sometido que sigue adelante sometiendo a otro, en este caso “a ese gran otro” que son los animales no humanxs.  El Grito - Edvard Munch##El Grito (Edvard Munch – 1893)

Por todo esto valoro enormemente este trabajo de ⁅sヨ, disparado desde el compromiso veganista de Simón y su “raíz de ruido” (una raíz de parra intervenida con micrófonos y cuerda) como instrumento-arma simbólica de resistencia. Lo asumo a la vez como un grito de horror ante cierta condición de crueldad inherente a la naturaleza, el hecho de tener que deglutir a otros para sobrevivir, pero también ante la forma en que nuestro raciocinio determina y acepta como normal a quién matar y a quién no. Y en nuestro caso, donde el instinto está bajo el ojo supervisor de lo “racional”, de la “conciencia” de nuestros actos, esto implica además una batalla en el terreno del lenguaje. Urge entonces “deconstruir” (término muy de moda y medio vacío en manos de oportunistas o chamuyerxs de redes sociales, pero útil al fin) el sentido y hasta las mismas palabras que usamos para desdramatizar una realidad donde “la muerte está en todas partes”.

La Horda Sedienta de Carne (publicado en virtual pero también en cassette edición limitada) nos lleva al extremo del espíritu death metal sin los instrumentos convencionales, directo a la distorsión, al ruido necesario para conjurar nuestros demonios internos. Y el efecto de incluir como cierre del trabajo una grabación de campo en una carnicería de San Rafael nos saca de la ficción, nos recuerda que también somos nosotrxs lxs condenadxs en este juego perverso y tan normal de consumir el “producto final”, pero aisladxs de todo el doloroso proceso claro.

Feliz Navidad amigxs! (FR)

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Los electrodomésticos van a la guerra

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Dronosaurio, el proyecto que comparten Mario Ayala, Néstor Polenta y Gabriel Pereira Spurr, tiene nuevo disco publicado por CPRecords. En general se percibe a partir de la prolífica producción del trío  (muchas horas grabadas en un corto tiempo desde su formación hace menos de un año), la decisión y las ganas de aprovechar al máximo la «alquimia» sonora y musical que sin duda ha explotado en las sesiones del grupo. Por otro lado esto es perfectamente comprensible en la Argentina de hoy, arrastrada velozmente a un ambiente recesivo en todos los órdenes, lo cual hace que cada encuentro, ya sea en vivo recorriendo muchos km para concretarlo, o utilizando las posibilidades de la web, sea un preciado tesoro, una manera de ganarle al tiempo aunque sea un rato. No se puede esperar a que las condiciones sean favorables, (quizá nunca lo serán), a disponer de mejores estudios, de herramientas mas sofisiticadas que faciliten la tarea, a que haya una buena audiencia atenta, a que los medios (alternativos y de los otros), se salgan del libreto imperante y difundan como parte natural de sus programaciones tanta música que fluye por afuera de todo. Pero, Dronosaurio sabe que nada de esto es un problema en realidad, sino detalles, detalles insignificantes al lado del «verdadero pro-ble-ma», el que nos amenaza de verdad, el que terminará con el mundo según lo conocimos, el tan temido y anunciado y estereotipado «fin», que no es más que una continuidad o el nacimiento de otra realidad que no nos incluye, o sí pero como esclavos de nuestros propios inventos. Así, esta computadora me observa ahora mismo mientras se comunica en red con el teléfono, la heladera, las lámparas de luz, el ventilador, la aspiradora….Y es cierto nomás, nuestros amados electrodomésticos vienen por nosotros. Definitivamente van a la guerra! (FR)

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San Experimental XI – Jam Ruidista por CPRecords

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En pleno 2017 en el interior argentino, más precisamente en San Rafael, sureste de Mendoza, se suman una serie de acciones, voluntades e ideas para dar forma a la edición XI del Festival «San Experimental» organizado por Simón Miguelo y Graciela A. Maroccolo. Allí se reunieron, en el cálido espacio del Taller Escarlata, una serie de proyectos sonoros y musicales atravesados por la experimentación. EsE (a cargo de Simón, de San Rafael), Ensamble Passionaria (creación de Eduardo Arauz desde Gral. Alvear – Mza.), Fabián Racca (de Toay, La Pampa), y Dronosaurio (trío formado por Mario Ayala y Néstor Polenta, ambos de Trenque Lauquen junto a Gabriel Pereira Spurr, uruguayo radicado en Villa Ballester, también en BsAs) . Luego del set de cada uno (donde se apreció una gran diversidad de trabajos, de posibilidades sonoras y expresivas en vivo), llegó el momento «casi tradicional» de la improvisación colectiva…

El disco que compartimos por CPRecords registra ese momento de encuentro, conexiones y una imágen de «este mundo que es otro que se revela» bajo la magia de la improvisación libre.                                                           Pero mejor, leamos las impresiones de los participantes. (FR)

Mario: «Donde nada pasa todo puede pasar dice la canción de un conocido grupo de la ciudad donde no nací pero he vivido gran parte de mi vida… Trenque Lauquen. De vez en cuando tocamos nuestra musiquita experimental, no es muy fácil organizar sesiones en vivo de experimentación sonora en pequeñas ciudades de Argentina .Una por año? A lo sumo dos y si no juntar dinero haciendo toda clase de economías para lograr viajar a donde haya una juntada sonora con personas reales que lo hacen y comparten con un pequeño (heroico) público local que acompaña.                                                                     Hace años que vivimos ese interior sonoro y nos gusta mucho hacerlo sin tocar jamás en los grandes centros urbanos donde hay más actividad de diferentes escenas,por falta de conocimiento  con los que allí lo hacen o falta de interés de ambos lados geográficos y conceptuales de éstas prácticas (alguna vez hemos andado esos lugares pero poquito nomás).                                                                                                                                              Esta es una de esas ocasiones donde nos reencontramos con amigos, conocemos gente nueva y se logra producir  un extracto bien ecléctico en una performance potente y muy cálida. San Experimental ,San Rafael, Toay, Trenque Lauquen, Alvear, Villa Ballester y Cprecords…Simon y Graciela ,Eduardo,Fabian y Claudia, Nestor ,Gabriel, Vicky y Mario…hermosa experiencia. «

Eduardo: «Diletantes eléctricos reunidos en esta única función del ciclo Experimental en Escarlata, pateando cables en el interior de un país de minúsculos escenarios para pacientes públicos, logran en este registro aproximar una realidad distante con un devenir utópico .»

Gabriel: «(Una noche en San Rafael) De miles de metros en sentido horizontal y de miles de metros en construcción ascendente el ruido cuerpo en la noche se hizo agujero en si mismo y deglutió la falsa antinomia de yo creo-ustedes no mientras escupía paridad de sensaciones a ambos lados de la pared.»

                                                                            Néstor: «En estos tiempos no es muy comùn encontrarte con gente que explora el subterràneo mundo del sonido. De todas formas existen algunos mecanismos para conectar con nuestros aliados navegantes sònicos. Y es asì que en Julio nos encontramos en San Rafael para vivir nuestro pequeño Gran Festival. Este disco habla por sì mismo de lo que fue estar allí presente, ya que es el registro de un final impro-experimental que quedò impreso en las paredes de Escarlata.»

                                                                        Simón: «Esta jam/cierre de San Experimental Xl representa todo lo que siempre pensé que debía ser el festival San Experimental: libertad sonora real, sin límites y suma de diferentes formas de trabajar y convivir con los sonidos… un juego grupal, donde el caos interior de cada uno se fusiona y se convierte en parte de una entidad sonora que nos trasciende y que difícilmente podríamos explicar con palabras… una experiencia efímera y la vez eterna, sublime e irrepetible.»

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Dronosaurio suelto…en CPRecords!

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Queridos sobrevivientes del mareo comunicacional con los que siento que vale la pena compartir momentos y tesoros que nos enriquecen el camino, les quería contar que en CPRecords está disponible online el primer disco de Dronosaurio. Se trata de un proyecto paralelo a “Stereopomos”, que surge de las sesiones como dúo de Mario Ayala y Néstor Polenta, quienes invitaron a Gabriel Pereira Spurr (artista uruguayo, residente en BsAs y con muchos años de vida junto a la música experimental), a sumar su trabajo en lo que bien podríamos llamar: un genuino viaje de “power trio drone” (aunque no exista tal cosa).

Como se sabe, algunos encuentros creativos no tenían posibilidades antes de la web (la prehistoria a esta altura), limitados por cuestiones de distancias geográficas pero también de información. Lo cual no  quiere decir que el mundo de internet actual (cada vez más manipulado por el negocio) sea solo lugar de alabanza a la santa tecnología que todo lo puede, sino que en esta especie de “Selva Hypermecánica” virtual  donde deambulan nuestras cabezas, siguen latentes, voluntad de búsqueda mediante, muchos caminos sustanciosos para recorrer, intercambiar y producir. En lo que se refiere al campo experimental, diría que su suerte y expansión habría estado relegada a pequeños grupos de personas muy aisladas entre ellas, sin el universo de colaboraciones y entrecruzamientos en tiempo real que se pueden dar a través de la web como herramienta. Y justamente en esa dimensión de lo colaborativo quiero inscribir esta excelente muestra de inspiración compartida a la distancia, de calidad y evolución en el manejo de un lenguaje sonoro particular. Aquí los tiempos de la improvisación salen y entran del metrónomo en una relación natural, que se da como una respiración del sonido que vuela y camina con el drone integrado a su cuerpo musical.

A primera impresión me resultó notable la convivencia entre la incisiva guitarra y manejos de Gabriel, con ribetes Crimsonianos (disculpas por la obviedad) y con cierta electrónica luminosa de los 70’s que juega entre loops, las olas de teclados y guitarra expandida de Mario y Néstor. Pero las sucesivas escuchas (y por mérito de Dronosaurio), me fueron liberando felizmente de toda asociación superficial y me pude  sumergir en el disfrute de un paisaje pleno de intensidades que emanan de cada uno de los tracks. Por ello espero que disfruten este disco, que lo habiten con su escucha abierta, emotiva, ejercicio imprescindible para la supervivencia del espíritu en medio de la Selva Hypermecánica. (FR)

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