# + ⁅sヨ en Carbono Proyecto Records

Si hay algo para celebrar en un mundo que se cae a pedazos sigue siendo la subversión de la vida, esa que con uñas y dientes se empeña en manifestarse como una lógica en contraposición permanente a un sistema insostenible que nos arrastra hacia el fondo todo el tiempo. Esa subversión que es conciencia y es arte (como nuestro sentido de búsqueda y exploración permanente, en cualquier área, no solo en las cuestiones artísticas), impulsa la voluntad de hacer (o no hacer según el caso), de aportar con lo mejor que se puede a darle sentido al presente. Y así, que exista algún futuro que valga la pena depende en gran parte de la sumatoria de energías que tratan de reconfigurar la “dictadura de la realidad” con esas “otras realidades”, pequeñísimas e invisibles quizá como los virus.

En lo que nos atañe después de más de dos décadas siguiendo este “rumbo” que llamamos Carbonoproyecto y su pequeño sello virtual: Carbono Proyecto Records, la publicación de un disco después de un año de latencia y espera es una manera de reconectar y fortalecer lo que nos hace bien y nos gusta compartir con las mismas intenciones de siempre.

En este caso se trata de: “Tranqui, pebete”, un disco a cargo de # + sヨ.

Todo el trabajo fue construido a distancia entre Trenque Lauquen (#) y San Rafael (⁅sヨ) (más la remezcla de Cesar Martín en Córdoba y el arte de tapa por Graciela A. Maroccolo desde Buenos Aires) con el sello de las políticas colectivas en los desarrollos musicales. De este modo la impronta de cada uno está marcada en el sonido y la estética general, teniendo su momento casi solista en las “improvisaciones que componen” el resultado final. Se aprecian pasajes con el drone ambient progresivo del dúo # (Numeral: Mario Ayala y Nestor Polenta) al frente, y otros modelados por el ruidismo y el bajo libre  de ⁅sヨ (Simón Miguelo), con el entretejido de distintas intervenciones electrónicas.

Estructurado en tres discos o partes dentro de una unidad (Lxs Arduxs, Lxs Ultimxs, Lxs Adaptadxs), esta organización no es para nada caprichosa, ya que cada serie de tracks tiene su hilo en común tanto desde lo sonoro como desde lo conceptual. Pero más allá de esa tarea de atención e imaginación que quien escucha hará de estos detalles finos, la continuidad de todo el álbum ofrece una experiencia musical que se abre en capas. Sonoridades como seres (insectos quizás) que emergen de un centro (una cueva? un refugio de aislamiento?) son lanzadas suavemente a los alrededores y quedan recorriéndolos, circulando en torno al centro, coexistiendo, retroalimentándose.

Tanto el drone, como la electrónica, el ambient, la experimentación, el ruido, y hasta cierto post-rock que emana en la parte III (Lxs Adaptadxs), van derramándose en el espacio sonoro como otra realidad, una realidad “líquida” sin contornos, sin límites de expansión. He aquí una música que puede saltar a lo inconmensurable así como filtrarse en pequeñas grietas y poros de la superficie humana resonando con la superficie material.

Damos la bienvenida entonces a este disco que juega además en sus títulos con los nuevos estándares de la corrección política actual, no quitándoles importancia sino de alguna manera recordando que también hay grises, y un sistema que no nos da tregua. Tranqui, pebete. (FR)

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Huesos Secos. Mariano Rodríguez en CPRecords

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Con enorme satisfacción y agradecimiento compartimos Huesos Secos, un álbum de Mariano Rodríguez por Carbono Proyecto Records. La idea se viene gestando desde hace un tiempo largo ya, pero como se sabe, en nuestros proyectos sonoros, musicales y de circulación autogestionada si algo tenemos es la libertad de dejar fluir los procesos hasta que se alinean las ideas y los planetas personales.

Cuatro años pasaron desde la última publicación de un disco de este artista-artesano-monje de la guitarra radicado desde hace un par de décadas en Bariloche. Se trató de Praise the Road, editado en primera instancia por el sello norteamericano Grass-Tops Recordings y actualmente disponible a través de su propio bandcamp.  De todos modos, son frecuentes sus participaciones en diversos compilados que van desde la experimental a tributos específicos como el reciente homenaje a Jack Rose, otro de los guitarristas acústicos de referencia de Mariano.

En muchos aspectos inspirada en la lógica del “American primitive guitar” (título que designa un género “transicional” según Wikipedia, al cual adscriben una legión de guitarristas desde el pionero John Fahey en los 50-60s, pasando por Leo Kottke, Robbie Basho y el mencionado Jack Rose hasta hoy en día), la música de Mariano Rodríguez no se centra en el despliegue técnico del o la guitarrista, sino en la dimensión más espiritual o meditativa de la misma. Y en conexión con todo esto, aunque no como condicionamiento, claro, interviene su profunda fe cristiana desde su adhesión a la teología de la liberación tercermundista. Escuchen por ejemplo Liberation Theology for beginners, descripto por el mismo como un disco de Navidad.

De alguna manera los tracks que componen Huesos Secos sintetizan el viaje mental y sonoro que inició Mariano junto a su familia en el sur argentino. Experiencia enraizada también en la mitad de su vida vivida en Buenos Aires, formando parte de distintas bandas de rock, punk y proyectos junto al excelente cantautor Adrián Paoletti entre otros. Pero sin dudas su música actual es parte inseparable de una Patagonia que ha hecho suya, resignificando todo un conjunto de influencias, que actúan finalmente como herramientas para establecer un ida y vuelta personal con esos lugares del interior argentino y su historia.

Acerca del disco

Al adentrarnos en la charla via chat, Mariano describe el proceso e idea en torno a cada track de un disco que recorre caminos polvorientos y mágicos.

Sobre el primero (Huesos Secos), comenta que “es un blues construido con lo que nadie quiere del blues”. Está dominado por un drone del weissenborn (lap steel acústico de origen hawaiano) producido por el sonido de la frotación del slide blusero en primer plano. Se trata de una forma de utilizar esos “sonidos no deseados” que se colaban en las antiguas grabaciones de blues, pero como alma sonora de la pieza.

Continúa el disco con una búsqueda para nada ansiosa de cierta identidad atrapada en lugares como Chimpay (Lirio en las pampas, tumba en Chimpay), pequeño pueblo donde nació Ceferino Namuncurá, el conocido santo popular de origen mapuche, quien falleció siendo un pibe de 19 años en un contexto de miseria y dolor terribles de sus hermanos indígenas luego de la “conquista del desierto”.

En La sed del Peregrino, Mariano construye una suerte de banda de sonido para un día de sol paseando entre lomas y praderas, solo manipulando loops de distintos fragmentos acústicos. 74893018_10211788305623034_3791744248718557184_o

Con Polvo en los ojos llega el turno de una improvisación con el weissenborn, con una sonoridad más oriental a modo de pequeño homenaje a las comunidades de países como Siria y el Líbano, a veces mal llamados “turcos” en la región, que están asentados en distintas partes del país y son parte de esta mezcla de culturas en la que estamos inmersos.

Continuamos con la escucha de Esquivando el progreso, una belleza de tiempos lentos, atmosféricos, título irónico a propósito de los lugares y personas que aún resisten la histeria del avance urbano, aunque desde la perspectiva citadina eso sea sinónimo de “precariedad”. Ojo, hablamos de gente que lo elige, no de quienes se ven arrojados a la marginalidad.

Animas del jarillal: los jarillales son conjuntos de uno de los arbustos dominantes (jarilla) en las zonas áridas argentinas. Paisaje de sombras bajas y livianas, donde deambulan las “ánimas” de algunxs enterrados en cementerios olvidados y otros tragados por el arenal. Según Mariano, un cierto humor negro aparece en esta pieza, quizá pensando en cual habrá sido en realidad la historia de personajes “idealizados” de la conquista del desierto como La Pasto Verde, una pulpera y fortinera que murió de parto durante la campaña, popularizada por una canción de los hermanos Berbel.

Cuando los santos vienen marchando: versión con aire góspel de ese clásico tradicional del jazz, una melodía que silbaba el padre de Mariano en los 70’s para despertarlos e ir al colegio y que hoy en día el suele cantar a modo de canción de cuna para sus hijos.

Chelforo cierra el hilo conceptual del disco: este es el nombre de un pequeño pueblo o paraje de nombre mapuche que se interpreta como huesos de gente, muy antiguos, fosilizados. Por allí pasaba Mariano Rodríguez en sus primeras visitas previas a mudarse desde Buenos Aires a Bariloche, y quedó impactado por un cementerio abandonado, de tumbas con corralito de metal soldado al modo ferroviario, donde se escucha el ruido de hierros oxidados sueltos y alambres golpeando y siseando con el viento…

Compuesto con las cálidas resonancias de un set de guitarra acústica y de 12 cuerdas, dobro, weissenborn, shruti Box, octatone, campanas y glockenspiel, Huesos secos propone una serie de temas instrumentales que recorren lugares por los que pocos pasan, olvidados y abandonados, o simplemente invisibles al lado de la ruta. Y es que este disco es paisaje, ese paisaje patagónico que yuxtapone la estepa moldeada por el viento y la aridez, con bosques verdes y frescos bajando junto a algún arroyo desde la montaña. Y paisaje interior al fin, consciente y aferrado a la memoria, mientras los huesos secos brillan tanto de día como de noche en el campo. (FR) [fotos: M. Rodríguez]

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ENGLISH VERSION

We are very pleased and grateful to share Huesos Secos (Dry Bones), by Mariano Rodríguez through Carbono Proyecto Records. The idea has been brewing for a long time now, but as we know, in our sound, musical and self-managed projects, if we have anything, it is the freedom to let the processes flow until the ideas and personal planets align.

It’s been already four years since we last published a disc by this guitar artist-craftsman-monk based in Bariloche for a couple of decades. It was Praise the Road, first edited by the American label Grass-Tops Recordings and currently available through his own bandcamp. Anyway, he frequently participates in various compilations that range from the experimental to specific tributes such as the recent one to Jack Rose, another of Mariano’s acoustic guitarists of reference.

In many ways inspired by the logic of the «American primitive guitar» (a term that designates a «transitional» genre according to Wikipedia, to which a legion of guitarists from pioneer John Fahey in the 50-60s, through Leo Kottke, Robbie Basho and the aforementioned Jack Rose until today), Mariano Rodríguez’s music does not focus on the technical deployment of the guitarist, but on the more spiritual or meditative dimension of it. And in connection with all this, although not as conditioning, of course, his deep Christian faith intervenes since his adherence to the theology of Third World liberation. Listen for example to Liberation Theology for beginners, described by him as a Christmas album.

Somehow the tracks that make up Huesos Secos synthesize the mental and sound journey that Mariano started with his family in southern Argentina. This experience was also rooted in half of his life living in Buenos Aires, forming part of different rock and punk bands, and projects with the excellent singer-songwriter Adrián Paoletti among others. But without a doubt his current music is an inseparable part of a Patagonia that he has made his own, resignifying a whole set of influences, which finally act as tools to establish a back and forth movement with his perception of those places of the Argentine interior and its story.

About the disc

As we develop our chat conversation, Mariano describes the process and idea around each track of a disc that travels through dusty and magical roads.

About the first one (Huesos Secos -Dry Bones), he comments that “it is a blues built with what nobody wants from the blues”. It is dominated by the drone of the weissenborn (acoustic lap steel of Hawaiian origin) with the sound of the rubbing of the blues slide at the forefront. It is a way to use those «unwanted sounds» that slipped into old blues recordings, but as the sound soul of the piece.

The album continues with a calm search of a certain identity trapped in places like Chimpay (Lirio en las pampas, tumba en Chimpay -Lily in the Pampas, Tomb in Chimpay), a small town where Ceferino Namuncurá was born, the well-known popular saint of Mapuche origin, who died being a kid of 19 years in a context of terrible misery and pain of his people after the “conquest of the desert” campaign against this native people in the 19th century.

In La sed del Peregrino (The Thirst of the Pilgrim), Mariano builds a kind of soundtrack for a sunny day walking between hills and meadows, only manipulating loops of different acoustic fragments.

With Polvo en los ojos (Dust in the eyes) comes the turn of an improvisation with the weissenborn, with a more oriental sound as a small tribute to the communities of countries such as Syria and Lebanon, commonly misnamed «Turks» in the region, which are settled in different parts of the country and are part of this mix of cultures in which we are immersed.

We continue listening to Esquivando el progreso (Dodging progress), a beauty of slow, atmospheric times. This is an ironic title about the places and people who still resist the hysteria of urban progress, although from the urban perspective that is synonymous with «precariousness». Mind you, we talk about people who choose this path, not those who are thrown into marginality.

Ánimas del Jarillal (Souls in the jarillal): jarillal is the name for steppes with jarilla as the dominant shrub in the arid areas of Argentina. It is a landscape of low and light shadows, where the “souls” of some buried in forgotten cemeteries and others swallowed by the sand wander. According to Mariano, a certain black humor appears in this piece, perhaps thinking about what the story of “idealized” characters from the conquest of the desert such as La Pasto Verde, woman living in a military fort and store, who died during labor, has been popularized through a Berbel brothers’ song.

When the saints go marchin’ in: a gospel-like version of that traditional jazz classic, a tune that Mariano’s father whistled in the 70’s to wake them up and go to school and that today he usually sings as a lullaby for his sons.

Chelforo closes the conceptual thread of the album: this is the name of a small town or place of Mapuche name that is interpreted as bones of people, very old, fossilized. Mariano Rodríguez used to stop there for a while in his first visits before moving from Buenos Aires to Bariloche, and was struck by an abandoned cemetery, of graves with metal fences welded in the way rails do, where the noise of loose rusty irons and wires hitting is heard and hissing with the wind …

Composed with the warm resonances of a set of instruments such as 12-string acoustic guitar, dobro, weissenborn, shruti Box, octatone, bells and glockenspiel, Huesos Secos proposes a series of instrumental tracks that run along forgotten and abandoned, or simply invisible places, that few people go through. Because this disc is landscape itself, that Patagonian landscape that juxtaposes the steppe molded by wind and aridity, with green and fresh forests coming down next to some stream from the mountain. And an inner landscape, conscious and clung to memory, while dry bones shine both during daylight and at night in the meadows. (FR) [photos: M. Rodriguez)

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El Balde Carbónico de la Misericordia: Inhóspito (por CPRecords)

Corría el año 2007-2008, y las sesiones de improvisación de El Balde Carbónico de la Misericordia, uno de los grupos que se formaron en torno al Carbonoproyecto, brotaban como una fuerza imparable e imprescindible para nuestra vida en estos lugares. Un fuego que nos reunía incontables veces, una especie de autodescubrimiento constante a través de la práctica de la improvisación. De todos modos, no buscábamos coincidir intencionadamente en ningún enfoque preestablecido, ni la improvisación libre contemporánea que rehúye de las estructuras y narrativas de la música convencional, ni la improvisación dentro de los yeites del rock, el jazz y otras. En todo caso era “libre” porque así se manifestaba el proceso, y el resultado no surgía por voluntad de interactuar sino por la escucha de todo lo que sucedía. Un ejercicio, como ya he contado en otras ocasiones, de “convivencia sonora”.

Y si bien como decía un amigo, “nadie necesita que esto suceda”, salvo quienes lo hacen y aquellos espíritus gemelos que lo absorben y recrean desde la escucha, el placer de esas construcciones inesperadas se asocia(ba) a un sentido casi de misión autoimpuesta. No eran zapadas para sacar ideas de canciones a pulir. Lo que sucedía era perfecto en ese momento y en todo caso lo único a pulir siempre fue la forma de grabarlo. Pero la música o el ruido o la canción, tenían que manifestarse en ese instante de conciencia sonora, como una suerte de conjuro de la energía y experiencias en esos días, y luego seguir adelante.

Y justamente «en esos días», el país revelaba que lo que hoy se conoce como “grieta” (eufemismo de la vieja lucha de clases al fin), seguía intacto. El conflicto desatado por la Ley 125 -que aumentaba las retenciones impositivas a los productos de los agronegocios como la soja por ejemplo- revivía viejos dilemas entre una minoría privilegiada dueña de grandes extensiones de tierra y millones de personas (argentinos también por más que les pese) que necesitan de políticas estatales acordes para tener acceso a mínimas condiciones de vida digna. Al medio de todo esto seguro hay muchos matices, pero pensar que un país que está siendo envenenado en masa por el uso de agrotóxicos ni siquiera puede aspirar a un poco de redistribución de esa riqueza que se genera a costa de la salud ambiental y humana, resulta demasiado.

En paralelo a ese clima de protestas y tensiones varias a nivel nacional, a nivel provincial en La Pampa, las topadoras de precisamente esos “dueños de la tierra” que no viven en el campo sino que administran empresas desde las grandes ciudades, destruían las casas de los campesinos del oeste pampeano para desalojarlos de los lugares que habitan desde hace más de un siglo. Los conocidos como Puesteros, son en su mayoría descendientes de pueblos preexistentes, que luego de la Campaña del Desierto huyeron a distintas provincias (quedarse significaba ser esclavizados en distintos trabajos por la triunfante oligarquía criolla que se apoderó de sus campos), mientras que otros prefirieron adentrarse en el oeste profundo, árido, sin agua, de clima extremo pero sin “patrones”. Allí había poco de valor para los gringos que preferían establecer sus latifundios y colonias agrícola-ganaderas en la parte centro-este de La Pampa, la más parecida a Buenos Aires. Muchas de esas tierras eran fiscales y otras ya habían sido parte de la repartija del botín entre los financistas de Roca y cía. Pero de todos modos, si aún hoy es complicado habitar allí, en aquellos tiempos era mucho más difícil. Como resultado, los “puesteros” siguieron su derrotero en esas lejanías olvidadas, sobreviviendo con la cría de chivos y sus conocimientos sobre las plantas y animales silvestres. Verdaderos campesinos que viven en una economía con mucho trueque, casi pre-capitalista, que cada algunos años sufren el hostigamiento legal de parte de los que ostentan “papeles” sobre esas “travesías” que nunca habitaron y ni siquiera conocen en su totalidad. Y como en general los paisanos se niegan a abandonar el lugar que les corresponde por derecho ancestral y por habitarlo efectivamente durante un siglo, son comunes los intentos de desalojo por la fuerza. Una de las acciones más comunes es el uso de topadoras, que aprovechan un descuido de las familias para destruir sus precarias viviendas y de ese modo forzarlos a irse a engrosar los cordones pobres de los suburbios en las ciudades y perderlo todo.

Las mismas patronales agrarias que decían ser atacadas por un gobierno democrático que les quería cobrar un impuesto lógico y equivalente a sus millonarias ganancias, por otro lado intentaban avanzar sobre las tierras donde vivían y viven pioneros campesinos, no empresarios rurales.

Motorizado por un grupo de estudiantes de distintas carreras universitarias, profesionales locales y representantes políticos, surgió en aquellos años en la Universidad Nacional de La Pampa el MALUT (Movimiento de Apoyo a la Lucha por la Tierra), como un proyecto de extensión universitario. El objetivo era asistir legal y solidariamente a los puesteros amenazados con los desalojos. Con ese fin se organizaban distintas actividades como viajes a los puestos donde se hacían reuniones para escuchar los reclamos y realidades particulares de cada uno, relevamientos, acciones concretas de apoyo y acompañamiento en defensa de esas familias ante el alerta de alguna topadora merodeando sus casas, y visibilización vía la prensa local de todas estas situaciones. En un par de ocasiones me sumé a esos viajes junto a mi compañera Claudia quien era la coordinadora del MALUT, y quedé fascinado por ese “otro planeta” donde resisten y tienen su rica historia esa gente curtida y silenciosa, de mirada profunda e infinitos conocimientos de un territorio que para el común de los mortales sería un no-lugar y nada más.

En una oportunidad entre el MALUT y colaboradores se pudo gestar una venida de los puesteros a Santa Rosa para hacer una marcha y hacerse oír por las autoridades y el resto de los pampeanos. Fue algo muy intenso y emotivo y si bien muchas personas se identificaron con ellos (ya que están en la ciudad, pero provienen de familias que tuvieron que “migrar” hacia los centros urbanos), varios santarroseños vieron por primera vez a esa gente que vive en otro tiempo dentro de éste, resistiendo lejos del mundo de consumo y sus supuestos “avances”.

Y más allá de que las movilizaciones de protesta eran (y siguen siendo, claro) moneda corriente por todo lo antedicho, el día que grabamos Inhóspito veníamos conmovidos de participar en aquella marcha de los puesteros. Urgía una sesión de El Balde Carbónico de la Misericordia…(FR)

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Ensamble del Espinal reactivado en CPRecords!

De ninguna manera las palabras que uno puede hilvanar cuando escribe sobre sonidos, música, escuchas, pueden explicar lo que no se explica. La poesía no se explica, el arte en general y la música no se explican, sino no sería necesario que existan esas expresiones. Pero sí podemos reflexionar sobre distintos aspectos de esas escuchas, ubicarlas en nuestro cosmos cultural y perceptivo. Por otra parte, toda manifestación artística sustancial más allá de que sea de nuestro agrado o no, es hija de un tiempo y un cúmulo de experiencias personales y colectivas. Y el artista, en este caso el que hace música, es parte de un engranaje más amplio, nada empieza ni termina con él, quien es en todo caso un explorador de todas esas mezclas y resonancias. 

Ensamble del Espinal surgió allá por el 2009, recién finalizado el ciclo de El Balde Carbónico de la Misericordia y Grupo de Música sin Nombre, grupos que surgieron en torno a las experiencias del Carbonoproyecto. Después de una serie de discos con el registro de sus sesiones y algunas presentaciones en vivo en Santa Rosa, Trenque Lauquen y Córdoba, sus actividades como grupo fueron mutando en otros proyectos. Mario siguió junto a Stereopomos y Dronosaurio en Trenque Lauquen, Ludmila dedicándose a terminar su carrera y enfocándose en distintos trabajos para su vida en Santa Rosa, y yo retomando proyectos radiofónicos y sonoros varios desde Toay.

De todos modos, y si bien más esporádicos, los encuentros siempre continuaron en distintos formatos experimentales. Y desde hace un par de años se vienen dando una serie de sesiones que naturalmente revelan muchos puntos en común con las prácticas de Ensamble del Espinal. Así que esta es su reactivación, en principio como trío, con Néstor Polenta, Mario Ayala y quien escribe.

Las diferentes improvisaciones que forman No se Puede surgieron durante una sesión extendida el 8 de junio de 2019. Y esa noche hubo “magia”, alquimia sonora y conjuros de otras épocas, con algunas referencias eminentemente locales. En De la Raza se improvisa un homenaje a uno de los barrios “villa miseria” que tuvo Santa Rosa llamado El Salitral, donde la mayoría de los habitantes eran familias descendientes de indígenas sobrevivientes a la Campaña del Desierto; En Usted es García, Mario recrea una de tantas situaciones cotidianas entre personajes de esta ciudad pampeana que recorría junto a su familia calle por calle trabajando como repartidores de diarios. Se trata, en fin, de memorias que ya son parte inseparable de quienes somos, y percepciones oscuras del futuro a la luz de un presente cada vez más difícil de sobrellevar con lucidez.

Justamente estas prácticas, en sus diferentes variantes son para nosotrxs esenciales como el agua para poder seguir construyendo otro mundo dentro de este mundo. Es que a esta altura de nuestras vidas está más que claro que esto no lo hacemos por ninguna carrera, ni por la ingenuidad de llegar a algún lado en medio de un viaje continuo, sino porque es simplemente “inevitable”.

Y en esta mutación interna permanente que se expresa en la propia práctica artística, la mayor satisfacción es sentir que han madurado un montón de aprendizajes, que hay muy pocas ansiedades que enturbien las acciones, y de que es mucho lo que tenemos por descubrir y compartir con ustedes, quienes sean, donde estén.

Por último aclaro que “no se puede” es nuestra manera de decir que “sí pero a nuestro modo”, de neutralizar por un rato esa maquinaria de consumos (culturales entre ellos) destinados a manipular mentes, cuerpos, sensibilidades y emociones en pos del sacrosanto mercado. (FR)

Ensamble del Espinal con ustedes, por AQUÍ

GRIS Perú en CPRecords

Gris Perú - Front

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En Carbono Proyecto Records damos la bienvenida al Grupo de Investigaciones Sonoras del Perú (GRIS Perú), quienes nos aportan un compilado de trabajos a cargo de varios de sus integrantes. En un arco que va desde la field recording y la eco-acústica, pasando por la composición electroacústica y la electrónica chill-out/deep house, GRIS Perú ejemplifica eso de música y paisaje/arte sonoro atravesándose mutuamente hasta configurarse en un solo cuerpo de escucha.

Si bien la evolución de la música contemporánea a lo largo de casi un siglo ha tenido a estas prácticas entre sus principales influencias y motivo de investigación en distintas etapas hasta la actualidad, no era algo que gozara de un interés creciente y desde diversos ámbitos como en los últimos años.  Seguro que el mayor acceso a tecnologías de grabación que se registra hoy en día, sumado al poder multiplicador de la web han tenido bastante que ver con ello. Pero de todas formas y no obstante su notable expansión, las producciones en torno al paisaje sonoro y la grabación de campo tienen una presencia casi inexistente por fuera de los pocos medios especializados o las publicaciones virtuales de los propios investigadores o artistas.

En este contexto la existencia y publicación de “discos”, como el de GRIS Perú, compuestos casi en su totalidad por registros sonoros ambientales y sus posibilidades de manipulación e integración, son cada vez más valiosos como unidades de referencia que se conectan y potencian con otras experiencias tanto en Sudamérica como en el resto del mundo (el sonido es un lenguaje común universal).

A medida que avanza la escucha de las piezas, ya sea en la secuencia propuesta –que muy amablemente me permitieron elegir- o en el orden que cada uno prefiera, nos sumergimos en un viaje iniciático por toda una complejidad ambiental, social, cultural y política en el hermano país, a través del “enfoque” de escucha particular de los diferentes autores y autoras.

Por último y como complemento indispensable para quienes nos gusta ubicar el sonido en tiempo y lugar, y acceder a las ideas e intenciones relacionadas a su producción, se acompaña la edición con una serie de sinopsis, descripciones y fotos acerca de las piezas individuales junto a las bios de los artistas participantes.

Sin más, quedan todxs invitados a escuchar y dejarse encantar por este paseo sonoro que propone GRIS Perú y en CPRecords! (FR)

Pasen por AQUI!

 

In Carbono Proyecto Records we welcome the Group of Sound Investigations of Peru (GRIS Peru), who provide us with a compilation of works by several of its members. In an arc that goes from field recording and ecoacoustics, through the electro-acoustic composition and the chill-out / deep house electronics, GRIS Peru exemplifies the mutual crossing of music and landscape/sound art until it is configured in a single body of listening.

Although the evolution of contemporary music over almost a century has had these practices among its main influences and causes for research in different stages up to the present, it was not something that enjoyed a growing interest and from diverse areas such as the last years. Undoubtedly, current greater access to recording technologies, added to the multiplier power of the web have had a lot to do with it. But in any case, and despite its remarkable expansion, the productions around the soundscape and the field recording have an almost non-existent presence outside the few specialized media or the virtual publications of researchers or artists themselves.

In this context, the existence and publication of «albums», such as that of GRIS Peru, composed almost entirely of environmental sound records and their possibilities of manipulation and integration, are increasingly valuable as reference units that are connected and enhanced with other experiences both in South America and in the rest of the world (sound is a universal common language).

As the listening of the pieces progresses, either in the proposed sequence -which they kindly allowed me to choose- or in the order that each one prefers, we immerse ourselves in an initiatory journey through a whole environmental, social, cultural and political complexity in our brother country, through the «approach» of particular listening of the different authors.

Finally and as an essential complement for those who like to locate the sound in time and place, and access the ideas and intentions related to its production, the edition is accompanied by a series of synopses, descriptions and photos about the individual pieces together with the bios of participating artists.

Without further ado, you are all invited to listen and be enchanted by this sound ride proposed by GRIS Perú and in CPRecords! (FR)

This way, please!