Después de varios años de publicarse diferentes recopilatorios que rondan la música experimental en el país, con más o menos recursos pero casi siempre autogestivos, está claro que es una de las más efectivas herramientas para revalorizar y construir una escena posible. Y justamente el gesto y acción de organizar unidades un tanto dispersas en el mundo real, en un continuo donde se relacionen una serie de aventuras sonoras y musicales, es una de las contribuciones más importantes al intentar delinear un mapa viable (y en constante actualización) de estas experiencias. CPRecords también sumó su aporte en este sentido allá por el 2012 con la edición online de Acción y Percepción Sonora.
Otro punto de interés que evidencian dichas producciones es que pueden surgir de lugares geográficos que en épocas preinternéticas habrían sido impensables, generando al menos en lo virtual una convivencia de distintas voces que si tuvieran que depender del criterio de los principales centros/intermediarios culturales del país, casi todos resumidos en Buenos Aires (CABA en general), sería mucho más complicado. Es que hacer las cosas desde la libertad que ofrecen los circuitos más chicos, tiene sus limitaciones pero a la vez sus ventajas a la hora de lidiar con menos burocracias y preconceptos. Esos mini-circuitos también existen en las grandes ciudades como BsAs y al igual que los del interior casi no acceden a la atención de diarios, radios, tv, festivales, más ocupados en reproducir precisamente discursos y producciones que viajan por las vías centrales (sino por dinero aunque sea por prestigio), a contramano de un mundo que se mueve rizomáticamente a través de las redes. Pese al siglo XXI, una configuración/concepción arcaica del país, sigue latente desde las históricas divisiones del estado nacional en formación (entre 1852 al 80) con otras regiones que, guerras mediante, fueron “integrándose” a una nación donde la cabeza visible continúa en Buenos Aires. Tal es así que en estos días hemos asistido a discursos políticos por parte de funcionarios del gobierno donde afloran visiones que atrasan más de un siglo en el reloj. En tal contexto se escuchan y se leen cosas por parte de la elite porteña actualmente en el poder, como “juntos los tucumanos y argentinos”, o se llama a desconfiar de “caudillos” (candidatos presidenciables por ej) que provengan de alejadas provincias del interior con un “curriculum prácticamente desconocido” entre otras perlas. Y si esta lógica de considerar a ese “otro” que habita en las provincias (o en los suburbios de las grandes ciudades) con un mero criterio utilitario sigue rumiándose a un nivel político de envergadura, no es extraño que en lo cultural también se reproduzca con frecuencia un patrón similar incluso por simple inercia, porque “siempre fue así” y punto.
Es bueno aclarar que estamos hablando de una tendencia que si bien se reproduce en mayor o menor medida según sectores en juego (medios e incluso artistas), no es una realidad absoluta. Me refiero a la existencia de recientes excepciones a la regla como Salgan al Sol (Avant rock en la Argentina del siglo XXI), compilado que se publicó en Lima (por Buh Records) pero su coordinación estuvo a cargo de Norberto Cambiasso desde Bs. As., o Argentina Suena coordinado por Raul Minsburg desde el CEIARTE en la Universidad de Tres de Febrero (Bs As), y alguno más que puedo desconocer. Aquí el rasgo distintivo en paralelo con la música es la idea de un país que no termina en la Av. Gral Paz.
El proyecto Territorios es fruto de la iniciativa personal de Lorenzo Gomez Oviedo, músico experimental, escritor y docente que desarrolla su trabajo desde San Juan. Su intención desde el principio fue asomarse a un panorama muy diverso de producciones que (a falta de uno mejor), se pueden englobar bajo el término experimental, y que están vivas en distintos rincones del país. Fiel reflejo de eso es el amplio rango de músicas exploratorias contenido en Territorios y el grado de definición en el proceso experimental de cada una. Conviven aquí nombres más conocidos en la escena “in progress” del país, junto a otros más nuevos o bien con menos difusión aunque su trabajo lleve varios años de evolución.
Por todo esto y por la celebración que implica poner a rodar cada nuevo compilado, desde el más profesional al más artesanal, los invito a sumergirse en esta versión online de Territorios (Experimentación sonora en Argentina), que también cuenta con una edición limitada de 50 copias en cdr a cargo de Lorenzo y colaboradores. (F. R)